De entre tierras áridas y desérticas emergió lo que hoy conocemos como una de las civilizaciones más importantes de la historia de la humanidad. Pero...¿Cómo fue esto posible? En medida importante...Gracias al Nilo.
"Egipto es un don del Nilo" dijo Heródoto de Halicarnaso, y estaba en lo cierto. Este río africano constituía el centro neurálgico de la civilización.
¿Por qué atribuir tanta importancia a un río?
Las lluvias tanto en el Valle del Nilo como en el Delta eran nimias. La única posibilidad que se barajaba para hacer posible la agricultura era efectivamente , el río.
El Nilo tenía una inquietante peculiaridad, y es que no poseía un caudal constante. Era un río diferente, ya que aumentaba y disminuía su caudal.
El río se inundaba cada año entre los meses de Julio y Octubre cubriendo la mayor parte del valle y del Delta. Tras la gran crecida, los agricultores aprovechaban la tierra humedecida por el río para cultivar sobre los meses de Octubre y Noviembre. Pero no solo agua proporcionaba el Nilo a esas cosechas, traía consigo un limo rico en minerales que teñía la tierra de negro haciéndola fértil.
Detalle de una crecida del Nilo antes de la instauración de los sistemas de presas en el siglo XIX |
Busto de Heródoto |
"Nada he podido saber sobre la naturaleza del Nilo, ni por los sacerdotes ni por nadie. Me habría gustado conocer por qué razón suben las aguas del Nilo. Ningún egipcio...pudo responderme cuando le pregunté por qué el Nilo actúa al contrario de todos los demás ríos"
Desgraciadamente los egipcios no fueron capaces de responder la pregunta de Heródoto. A pesar de ello, eran muy conscientes de que si la milagrosa crecida no tenía lugar se sucederían terribles hambrunas. Por ello idearon incluso ingenios llamados "nilómetros" (aún pueden contemplarse) que servían para calcular la cosecha e incluso los impuestos del año.
Fotografía de un Nilómetro |
El río Nilo para los egipcios no era algo importante sólo por la economía, el transporte o la agricultura...para los egipcios era un río sagrado. Usaban la palabra "Hapy" para designar al Nilo, la crecida y al dios del propio Nilo, representado con un hombre desnudo de color azul, barbudo, con barriga, pechos caídos de mujer, con una planta de loto en la cabeza e incluso a veces se le ha representado con peces en la misma. Esta importancia mística era un reflejo de la importancia pragmática que el Nilo tenía para sus gentes.
Representación de Hapy, dios de la crecida del Nilo |
Incluso la vida en el más allá tenía relación con el maravilloso río. El Nilo dividía Egipto en una parte oriental y otra occidental. El Sol sale por el Este y se oculta por el Oeste por lo que se consideraba la orilla oriental la región de los vivos y la opuesta la occidental la morada de los muertos. Esto se puede comprobar claramente en la antigua Tebas.
Fotografía perteneciente al Templo de Luxor (Tebas) |
Por último como anécdota interesante para aportar a este tema quisiera comentar el ajuar funerario del faraón Keops. Por norma general, era tal el arraigo de los egipcios por sus embarcaciones que junto con la momia y sus pertenencias se colocaban miniaturas de embarcaciones con el fin de que su difunto pudiera seguir navegando por el río de los dioses en el más allá. Sin embargo en el caso del faraón Keops (del cual no se conserva ninguna momia) fueron encontradas en una fosa bajo la mítica pirámide las piezas de una embarcación de 43 metros junto con indicaciones para construirla, hoy día se conserva en su museo propio. Investigaciones recientes localizan en otra cámara de la pirámide una segunda embarcación (más pequeña) para el viaje del faraón al más allá, sin embargo aún no se ha retirado el hallazgo del sitio donde se encuentra por motivos de conservación.
Barco de Keops, instantánea tomada en el museo dedicado únicamente a esta embarcación impresioante, descubierta en una fosa próxima a la famosa pirámide de Keops en Gizeh |
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