miércoles, 29 de junio de 2011

Romance del Conde Niño (Siglo XV posiblemente)




En esta ocasión traigo una historia que leí hace muchísimo tiempo en un libro.Contenía piezas literarias como "El diablo cojuelo", "El velo de la reina Mab" , "Romance de Fontefrida" ...Desgraciadamente no conservo el ejemplar ya que hace muchos años que desapareció de entre mis volúmenes. De todas formas, debía de tratarse de una antología literaria común que solía leer por curiosidad en mi infancia. Recuerdo que poseía unas ilustraciones muy bonitas.

Representa al Conde Olinos, una de las variantes del "Romance del Conde Niño", debido a su tradición oral seguramente tenga múltiples variantes.

En concreto de todos esos poemas o fragmentos de obras de la literatura que curioseaba, había una, en concreto que "llamaba poderosamente mi atención" no se cómo, ni tampoco por qué, me parecía un romance agradable de escuchar, agradable de "intentar leer" (por aquella época mi pericia lectora estaba iniciándose). Recientemente he leído una leyenda "La leyenda de Deirdre" que nada tiene que ver con el "Romance del Conde Niño" sin embargo, existe un punto en común importante, el tratamiento del amor como algo eterno, inmortal y me apetecía dar a conocer esta pequeña y glucosada pieza. De origen anónimo y transmitida de manera oral de juglar a juglar ha conseguido llegar a nuestros días, por lo que en su época debió ser importante y bastante popular.



No se trata de una joya de la literatura, no corresponde a la autoría de una leyenda de las letras, simplemente es un poema perdido que en un momento determinado logré grabar en mi memoria para proyectar su historia en mi mente.


"Conde niño, por amores
es niño y pasó a la mar;
va a dar agua a su caballo
la mañana de San Juan.
Mientras el caballo bebe
él canta dulce cantar;
todas las aves del cielo
se paraban a escuchar;
caminante que camina
olvida su caminar,
navegante que navega
la nave vuelve hacia allá.

La reina estaba labrando
la hija durmiendo está:
-Levantaos, Albaniña,
de vuestro dulce folgar,
sentireís cantar hermoso
la sirenita del mar.
-No es la sirenita, madre,
la de tan bello cantar,
si no es el Conde Niño
que por mí quiere finar.
¡Quién le pudiese valer
en su tan triste penar!
-Si por tus amores pena,
¡Oh, malhaya su cantar!,
y porque nunca los goce
yo le mandaré matar.
-Si le manda matar, madre
juntos nos han de enterrar.

-Él murió a la media noche,
ella a los gallos cantar;
a ella como hija de reyes
la entierran en el altar
a él como hijo de conde
unos pasos más atrás.
De ella nació un rosal blanco,
de él nació un espino albar;
crece el uno, crece el otro,
los dos se van a juntar;
las ramitas que se alcanzan
fuertes abrazos se dan,
y las que no se alcanzaban
no dejan de suspirar.

La reina, llena de envidia,
ambos los mandó cortar;
el galán que los cortaba
no cesaba de llorar;
della naciera una garza,
dél un fuerte gavilán
juntos vuelan por el cielo
juntos vuelan a la par."

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