lunes, 24 de octubre de 2011

Crónicas de Córdoba Oscura (Parte I)


Capítulo I : Novatada

Eran ya altas horas de la noche, aproximadamente las tres de la madrugada. Lo estaba superando poco a poco, y estaba comenzado a abrazar los placeres de mi nueva...vida. Siempre me habían gustado esos entornos, las fiestas, las celebraciones, cócteles, reuniones, cenas de sociedad...a fin de cuentas el pasado de una modelo exigía hacer contactos en cualquier momento, pero de todas maneras yo siempre he disfrutado haciéndolos...

Mi copa estaba medio vacía, miré a mi alrededor cuando un muchacho de aspecto envidiable se me acercó:

-Hola preciosa ¿Quieres otra ronda? Invito yo- El chico que no superaba los 25 parecía obnubilado.

-No gracias, realmente no se como he podido beber la mitad de esta -Realmente como es obvio no había bebido nada, la había cogido de alguien que la dejaría en la barra para no parecer un bicho raro.

-¿Cómo te llamas?-dijo el muchacho mientras se encendía un cigarrillo

-Me llamo Sofía- dije secamente

-No quieres beber...¿quieres bailar...?- Comenzaba a crisparme...desde aquel día todo había cambiado para mí...Si antes tenía que aguantar babosos debido a mi profesión...ahora lo debía de hacer por propia naturaleza...por razones que desconozco, y sin ánimo de parecer una insoportable resulto irresistible a los hombres...

Pasó un rato, finalmente aquel muchacho que resultó llamarse Raúl se fue disparado con rostro desbocado tras un hombre trajeado,debería de necesitar algún tipo de estupefaciente. Seguí inmersa en mis pensamientos...ahora que tendría toda la eternidad...¿A qué me dedicaría? ¿Podría llegar a cansarme de mi existencia? Me encantaba disfrutar del ambiente de los mejores pubes, aquella música electrónica de ritmo tan marcado que inspiraba a bailar de la manera más salvaje mientras multitud de luces de diferentes colores se reflejaban entre los presentes, la decoración entre moderna y clásica de un rojo profundo...

De repente, algo turbó mi embeleso. Mis sentidos siempre fueron bastante agudos pero ahora dado mi reciente cambio, era capaz de oír una uña romperse desde la habitación de al lado si me lo proponía. Me levanté de mi asiento en la barra, dejando exhibir mi excelente figura ataviada con un ajustado traje de brillantes plateados. Me dirigí hacía el lugar desde donde parecía percibir una extraña presencia...el conducto de ventilación, que se encontraba algo retirado.

Lo siguiente fue percibir un ruido, una sombra de algo que parecía humanoide y un olor peculiar... Me decidí finalmente a abrir el conducto sin que nadie se fijara demasiado en mí...no sabría explicarlo pero ahora tenía cierto instintos que no podía evitar...algo me decía que había algo extraño allí dentro...¿Una rata? Por un momento pensé que mis sentidos no eran tan buenos al fin al cabo, sin embargo la intervención de aquella extraña mujer confirmó que efectivamente tengo una intuición sobrenatural.

Las personas de la sala quedaron paralizadas, pero no por su propia voluntad. Toda la discoteca había quedado petrificada, estática...hasta la música había parado. La rata se disipó apareciendo en su lugar una figura francamente horrenda para mi punto de vista que cayó del conducto desorientada.

-¿Qué diantres eres? - Exclamé nerviosa y lo reconozco, algo asqueada

-Mis asuntos son míos y de mi clan, no son de tu incumbencia- dijo el ser manteniendo estoicamente la compostura ante mi cara de desprecio.

La conversación acabó cuando de entre la paralizada gente surgió una única figura móvil cuyo aspecto casi supera a mi otro acompañante.

-Buenas noches...¿Qué menesteres os traen por aquí criaturas de la noche?- Se trataba de una mujer sin lugar a dudas sobrenatural. Iba vestida de negro riguroso y me permito licencia para decir que era bastante hortera, parecía una monja algo extraña, de hecho diría que se trataba de una de no ser por ese pelo escaldado a lo Alaska en los ochenta que lucía bastante descuidado.

-Asuntos de Nosferatu, solo recaudaba algo de información necesaria para mi clan- Dijo el misterioso hombre de aquel extraño rostro.

-¿Y usted?- Me miró a mi con una mueca de pesadumbre en su cara

-Simplemente estaba disfrutando del ambiente de “Eclipse”, suelo frecuentar estos lugares.

-Deben saber que se han cometido en las inmediaciones de este local unos asesinatos y sospechamos de que la autoría de los mismos pertenece a un vampiro, ustedes son los únicos de esa naturaleza que se encuentran por aquí cerca...me temo que son automáticamente sospechosos.

-Mire, yo no he hecho nada...solo estaba escuchando música afablemente...deleitándome con estos ritmos suntuosos...¿por qué querría hacerlo?

-Repito, si tiene algún inconveniente son asuntos secretos de mi clan...- Me siguió protestando mi nuevo acompañante

-Asuntos secretos y actividad lúdica no-muerta...de verdad no entiendo como podéis divertiros con los rituales mortales aún...claro...sois neófitos...huele a neófito...En fin, tengo poco tiempo y estoy terriblemente ocupada...justamente me encontraba haciendo una investigación muy importante para la Camarilla, es de gran transcendencia y no puedo entretenerme con estas nimiedades como ustedes comprenderán, por ello trataré de arreglar esto sin llegar al Azote...no estaría en la Camarilla de no ser porque financian mis investigaciones pero de verdad ¡Estos trabajitos acaban con mi paciencia! - Sus gestos y su modo de hablar me demostraron por segundos de que se trataba de una mujer algo excéntrica y que no salía de su laboratorio desde hace un buen tiempo...y lo peor quería volver sin retraso y trataba de desembarazarse de nosotros.

-¿Qué debemos hacer para arreglar este malentendido?- Dijo el enigmático hombre de manera diplomática dirigiéndose a la mujer del hábito.

-Pues...demostrar vuestra inocencia...Si resolvéis este entuerto por mí, no tendréis problemas con el Azote y dado que sois neófitos vuestra lealtad es siempre puesta en entredicho no estaría bien que llegásemos a esos extremos...salimos ganando todos: Vosotros demostráis vuestra inocencia, no haber estado en el lugar equivocado en el momento equivocado...Y yo me quito trabajo de encima y me encargo de que no volváis a tener este tipo de problemas...

Sentía impotencia...no tenía ni idea sobre Camarilla, neófito,Azote...esas palabras me sonaban como a otro idioma y la última justamente no tenía muy buena pinta. Mi compañero parecía tan inexperto como yo y a pesar de tener la sensación de que se aprovechaban de mí, me decidí a aceptar la oferta...a fin de cuentas no tenía ni idea sobre nada y esto me vendría bien para ganar algo de conocimientos sobre el nuevo mundo en el que me había tocado vivir...La mujer nos pidió que la acompañásemos a la salida de la discoteca y justo antes de que saliéramos y de que aquel hombre de aspecto por lo menos increíble se colocara lo que parecía un pasamontañas la mujer de pelo escaldado devolvió el movimiento a la gran sala, todo volvió a la normalidad y nadie se había percatado de nada...





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