Temperatura
corporal descendiendo por debajo de los 15 grados centígrados. Pulso
inexistente. Mandíbula contraída, miosis y cutis anterina. Livor mortis ya visible en miembros inferiores
y parte posterior del tórax. Preparando animación suspendida. Llegó la hora de
intercambiar los cerdos y roedores de laboratorio por un ser un poco más grande
y biológicamente más complejo, las
necesidades así lo requieren. Si mis experimentos no me han engañado el efecto
Lázaro debería de producirse en cuanto el cadáver recobre el rosáceo rubor de
la vida. ¡Mi dulce Casandra!¡ Tus labios de nuevo rojos y vivos! ¡Vivos de
nuevo! Tengo poco tiempo, he de ser rápido. Las secuelas cerebrales aunque
temporales pueden producirse si el proceso se ralentiza más de lo requerido.
Sistema de drenaje en marcha. Vía periférica in situ. Anticoagulante
suministrado previamente. Ya ha comenzado a drenarse la sangre hacia el sistema
calentador, no debe quedar ni una gota en el cuerpo. Ya está listo el suero criogénico.
Palidez cadavérica sustancialmente avanzada. Dos litros drenados. Comenzando a
suministrar suero criogénico. El cerebro debe conservar algo de sangre para
activar la reducción metabólica. Me sudan las manos. Dispongo de media hora
para extraer la bala y suturar los tejidos. Tres litros drenados, temperatura
corporal descendiendo. Todo bajo control. Sus ojos hundidos me rompen el
corazón, aún es bella aunque la muerte la haya tomado prematuramente bajo su
custodia. El proceso se ha completado, casi no me he dado cuenta emulando el
recuerdo de su risa. La superficie de la piel es difícil de seccionar. Mi reloj
me indica que debo suturar antes de que termine el proceso de criogenia, no
puede pasar más tiempo sin flujo sanguíneo.
Por fin, la intervención ha terminado. Reiniciando el flujo sanguíneo.
Sangre a temperatura corporal. Esperando efecto Lázaro. El color vuelve a sus
mejillas. Esperando pulso. Pulso recobrado y estable. Esperando respiración
espontánea. ¡Oh Dios mío!¡Casandra!¡Respiras! Músculos torácicos reaccionando. ¡Mírame
Casandra!
No hay comentarios:
Publicar un comentario