Se habló muy bien de esta película en muchos sitios y a pesar de estar un poco decepcionada con Disney en estos últimos años, decidí ponerme a verla.
Hay una gran evidencia en esta película que me agrada, Disney cuando surgió el “boom” de las películas 3D (como por ejemplo “Toy Story”) trató de producir este tipo de películas con otro tipo de empresas y por así decirlo cambió su registro clásico. Yo personalmente no tengo nada en contra de las películas de Animación 3D, de hecho me encantó la tercera parte de la antes mencionada “Toy Story”.
Pero sin embargo, Disney era conocida por sus “cuentos”. Tenían algo…mágico. Es cierto que la industria debe renovarse pero me parece genial que con “Tiana y el Sapo” se vuelva a los viejos tiempos, no porque no me gusten los nuevos sino porque siempre está esa sensación de nostalgia de cuando se hacía este tipo de animación.
La película en sí a pesar de volver a un estilo clásico, arrastra innovaciones importantes. En primer lugar es la primera película de Disney cuya protagonista es afroamericana. Eso es un paso importante ya que si nos remontamos a las típicas princesas Disney encontramos a iconos renacentistas. La bella dama de piel color mármol, labios rojos… (también es verdad que este estereotipo se estaba ya rompiendo con Mulán y Pocahontas) pero es un pasito más ya que con la cantidad de personas afroamericanas que residen en EEUU, que nunca hayan visto un protagonista de Disney así…
En segundo lugar si vemos la película, nos damos cuenta de que tiene un planteamiento diferente, Tiana no quiere ser princesa, sino empresaria, quiere inaugurar su propio restaurante trabajando duro como camarera. En su camino se cruza un consentido príncipe el cual ha sido convertido en rana por un hechizo vudú. Tiana es una chica trabajadora y enseña al príncipe a ser independiente. Los dos protagonistas tienen igual importancia en la historia y se ayudan mutuamente en igualdad de condiciones . Tiana no es una princesa que tiene que ser rescatada. Esto me parece fenomenal para las generaciones venideras.
De las canciones de la película en castellano me quedo con la que cantan con las luciérnagas, no recuerdo exactamente el título, pero tiene un fondo country americano genial. Eso es otra cosa digna de alabar de esta película, está muy bien ambientada en la Nueva Orleans de los años 20 me encantó ver a los músicos de jazz callejeros (hay un caimán que quiere ser músico también) se refleja un poco la herencia cultural de la santería y el vudú con el hombre de las sombras, la verdad un antagonista bastante interesante (me encanta cuando se ve que su sombra tiene vida propia) y los cajún. Hay una luciérnaga muy graciosa llamada Ray que habla en dialecto cajún (los cajunes son grupo étnico de estados unidos proveniente de las antiguas colonias francesas, antes de que pertenecieran a los británicos).
La nota humorística para mí la pone la mejor amiga de Tiana, una niña rica consentida , la luciérnaga de dos dientes y Mama Odie, es una vieja que vive en un pántano y que domina las artes esotéricas ( que por cierto recuerda sospechosamente a cierta hechicera de Monkey Island que curiosamente también hacía vudú).
Estéticamente la película me ha encantado, la fotografía es preciosa y recuerda a los mejores tiempos de Disney.
El argumento no deja de ser un cuento infantil, pero se nota que está trabajado para no quedar como un simple argumento de cuento de hadas.
En fin me encantó la película, no me la esperaba tan bien, y la recomiendo mucho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario