Megg se escondió dentro de su capucha, Mikk al lado de ella se tapaba nariz y boca , dejando en el suelo
su pesada mochila llena de volúmenes, con un pañuelo en su otra mano tapaba los
orificios de Ray que experimentaba movimientos espasmódicos en las piernas. Kormik miró a los chicos y
conteniendo la respiración dirigió una mirada furtiva a la criatura que se
erguía frente a la compañía. Apretó con fuerza la empuñadura de su espada
bastarda, tensó los músculos de sus brazos y apretando sus dientes clavó su
espada en el suelo frente a la bestia. Levantó su muñeca y la rasgó con su
afilada espada generando una pequeña corriente de sangre hacia su mano. Con sus
dedos tomó su sangre y la llevó a sus labios saboreándola.
Sus pupilas se contrajeron y sus ojos se abrieron de par en
par inyectados en sangre, Kormik comenzó a aumentar su respiración y las venas
de su cuerpo empezaron a emerger dilatadas. De
entre sus calzas en la parte trasera asomó un apéndice peludo similar al
de un canino, su rostro comenzó a afilarse y una enorme cantidad de pelaje
asomaba de pecho, brazos y rostro. Sus iris ahora se tornaban amarillos y sus
manos eran ahora enormes garras.
Bestia contra bestia, Kormik se abalanzó contra la criatura
que movía continuamente sus tentáculos , dejaba en el suelo un rastro de un
extraño líquido verdoso que resultaba bastante
repugnante. Clavó su ahora considerable mandíbula en la bestia, el guerrero
había entrado en un salvaje trance. La criatura rodeó a Kormik con uno de sus
tentáculos y comenzó a presionar con fuerza. Megg y Mikk cargando con Ray se
mantenían al margen observando la situación con preocupación en sus rostros. Un
zarpazo de Kormik mantuvo al ente a raya permitiéndole volver al suelo,
sediento de sangre, el guerrero volvió a acometer contra la criatura en una
fracción de segundo. El monstruo abrió sus fauces triplicando su tamaño inicial
ejerciendo una fuerte succión hacía sí. Atraído con una gran potencia hacia las
fauces, un brazo de Kormik entro por completó en la boca del monstruo
provocando un rugido de dolor cuyo eco resonó en la caverna. Haciendo honor a su apelativo Kormik
concentró toda su fuerza en su puño libre y acometió salvaje y
repetidamente contra el cráneo de la criatura.
El monstruo aumentaba la presión sobre el brazo de Kormik, la sangre comenzaba
a manar de entre la fatal dentadura de la bestia. Ajeno al dolor el medio
hombre continuó arremetiendo fuertemente contra la cabeza del ser hasta que la
criatura dejó de apretar el brazo algo aturdida. Aprovechando el momento Kormik
fue hasta su espada rodando. La bestia continuó escupiendo ácido en dirección
al malherido que dejaba un rastro de sangre que manaba de su brazo. Tratando de evadirse de la dolorosa herida del
brazo, la cual era bastante profunda y perdía mucha sangre, se aproximó a la
bestia clavándole la espada justo en el centro de donde partía la red de tentáculos negros que
configuraban su cuerpo. Perdiendo la fuerza para apoyarse en todos sus
apéndices, el monstruo cayó al suelo segregando más fétido moco del que
generaba en su desplazamiento. Una estocada más directa en el suelo terminó con
la vida del mismo, un agudo gemido lastimero terminó con el sufrimiento del engendro.
Kormik derrotado, dejó caer su espada y cayó al suelo en un charco de sangre,
sus facciones habían vuelto a la normalidad no había rastro de la cola y del
pelaje que lucía hace unos instantes.
La cacería había terminado.
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